jueves, mayo 24, 2007

Sueños

Una cajita llena de sueños... llenísima de sueños, pero a la vez vaciísima de sueños.



¿Cómo diferenciar entre lindas utopías y posibles realidades?





Tal vez algún día pueda mirar a la de hoy con ojos de compasión y pueda decir, de la mano de alguna de esas utopías, que todo lo que soñé valió la pena y pudo ser moldeado con la arcilla de la fría realidad.
Tal vez algún día pueda mirar a la de hoy con ojos mordaces y pueda decir, con mis sueños destrozados, que todo lo que soñé fue en vano y que nunca debí perder tanto tiempo tejiendo ilusiones que jamás verían la luz.

Es tan difícil tomar la decisión, es tan difícil saber si no me estoy equivocando, es tan difícil seguir mis sueños sin que una presionante desviación aparezca en el camino. Sólo yo puedo saber si voy por el sendero correcto, sólo mi voz es la que posee la verdad del asunto, pero, ¿cómo oir mi voz si hay tanto ruido?


Presiones invisibles que perturban la mente, que se pasean arrastrando sus cadenas, haciendo ruido, opacando mi voz. Presiones que niegan su existencia, pero que las percibo como si ya fuesen parte de mí.

¿Cuán importante es la opinión ajena en la toma de decisiones? Por lo menos en este momento, es demasiado importante ya que cada día me siento más débil, y cada día siento que más necesito a aquellos pilares que sostienen mi vida, pero que a la vez, presionan mis decisiones.


Sueños utópicos presionados, ¿debía terminar así?

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